Si tienes un gato, seguramente te habrás encontrado alguna vez con un desagradable regalo en el suelo: un vómito de tu felino. Los vómitos en gatos son bastante comunes, pero no por eso debemos ignorarlos o restarles importancia. Aunque a veces pueden ser normales, otras veces pueden indicar un problema de salud grave que requiere atención veterinaria.
En este artículo te vamos a explicar por qué vomitan los gatos, cuáles son las causas más frecuentes, cómo diferenciar un vómito normal de uno patológico y qué hacer en cada caso. Sigue leyendo y descubre todo lo que necesitas saber sobre este tema tan importante para la salud de tu gatito.
¿Qué causas pueden provocar los vómitos en gatos?
Para saber por qué vomitan los gatos, es importante mencionar que puede tener múltiples causas, tanto digestivas como no digestivas. Algunas de las causas más comunes son:
- La ingestión de alimentos inadecuados, caducados, contaminados o alergénicos que irritan o inflaman el estómago o el intestino.
- La ingestión de objetos extraños como juguetes, hilos, plásticos o huesos que obstruyen o perforan el tracto gastrointestinal.
- La ingestión de plantas tóxicas como lirios, azaleas o poinsettias que afectan al funcionamiento del hígado o los riñones.
- La ingestión de pelo durante el acicalamiento que forma bolas de pelo que dificultan el tránsito intestinal.

- La presencia de parásitos internos como lombrices, tenias o giardias que compiten por los nutrientes o dañan la mucosa intestinal.
- La presencia de infecciones bacterianas, virales o fúngicas que alteran la flora intestinal o provocan inflamación o úlceras en el estómago o el intestino.
- La presencia de enfermedades inflamatorias intestinales como la colitis o la enteritis que causan diarrea y vómitos crónicos.
- La presencia de enfermedades sistémicas como la insuficiencia renal, la insuficiencia hepática, el hipertiroidismo o la diabetes que alteran el metabolismo y el equilibrio ácido-base del organismo.

- La presencia de tumores benignos o malignos en el estómago, el intestino, el hígado, el páncreas o el bazo que comprimen, invaden o ulceran el tejido afectado.
- El estrés, la ansiedad o el miedo que provocan una liberación de hormonas como la adrenalina o el cortisol que estimulan el centro del vómito.
- El mareo por movimiento que se produce cuando el gato viaja en coche, avión o barco y que afecta al equilibrio del oído interno.
¿Qué tipos de vómitos existen?
Los vómitos en gatos se pueden clasificar según su duración, su frecuencia y su aspecto. Según estos criterios, podemos distinguir los siguientes tipos de vómitos:
- Vómitos agudos: son aquellos que duran menos de 4 o 5 días y que suelen estar causados por una ingesta inadecuada, una intoxicación, una infección o una obstrucción gastrointestinal.
- Vómitos crónicos: son aquellos que duran más de 5 días o que se repiten con frecuencia. Suelen estar asociados a enfermedades más graves como gastritis crónica, úlceras, tumores, enfermedad inflamatoria intestinal, enfermedad renal o hepática, hipertiroidismo o diabetes.
- Vómitos alimenticios: son aquellos que contienen comida sin digerir o parcialmente digerida. Pueden deberse a una alimentación inadecuada, una intolerancia alimentaria, una alergia, una ingesta excesiva o demasiado rápida, una pancreatitis o una obstrucción intestinal.

- Vómitos sin contenido alimenticio: son aquellos que solo contienen líquido transparente o espumoso. Se producen cuando el estómago está vacío y pueden deberse a una gastritis, una úlcera, un reflujo gastroesofágico o una enfermedad sistémica.
- Vómitos biliosos: son aquellos que tienen un color amarillo verdoso debido a la presencia de bilis. La bilis es un líquido producido por el hígado que ayuda a digerir las grasas. Los vómitos biliosos pueden indicar un reflujo duodenogástrico (cuando la bilis pasa del intestino al estómago) o una inflamación del intestino delgado.

- Vómitos con sangre fresca: son aquellos que tienen un color rojizo o rosado debido a la presencia de sangre sin digerir. La sangre puede proceder de la boca, el esófago, el estómago o el intestino delgado. Los vómitos con sangre fresca pueden deberse a una irritación, una úlcera, una erosión, un tumor o una coagulopatía (un trastorno de la coagulación de la sangre).

- Vómitos con sangre digerida: son aquellos que tienen un color marrón oscuro o negro debido a la presencia de sangre digerida. La sangre digerida tiene ese aspecto porque ha sido alterada por los ácidos y las enzimas del estómago. Los vómitos con sangre digerida suelen ser más graves que los vómitos con sangre fresca y pueden deberse a las mismas causas que estos, pero afectando a zonas más profundas del aparato digestivo.
- Vómitos estercoráceos o fecaloideos: son aquellos que tienen un aspecto y un olor similar al de las heces. Se producen cuando hay una obstrucción intestinal severa que impide el paso de las heces y hace que se acumulen en el estómago. Los vómitos estercoráceos son una urgencia veterinaria que requiere una intervención quirúrgica inmediata.
¿Qué hacer si mi gato vomita?
Lo primero que debes hacer si tu gato vomita es observar el tipo, la frecuencia y la cantidad de los vómitos, así como el estado general de tu gato. Si los vómitos son esporádicos, no muy abundantes y tu gato está animado, come y bebe con normalidad y no presenta otros síntomas, puede tratarse de un vómito normal que no requiere tratamiento.

Sin embargo, si los vómitos son frecuentes, abundantes o persistentes, si tu gato está decaído, no come ni bebe, pierde peso o presenta otros síntomas como diarrea, dolor abdominal, fiebre o dificultad respiratoria, debes acudir al veterinario lo antes posible. Los vómitos prolongados pueden provocar deshidratación, desequilibrio electrolítico y pérdida de nutrientes esenciales.
El veterinario realizará una exploración física completa a tu gato y le hará algunas pruebas diagnósticas como análisis de sangre, radiografías, ecografías o endoscopias para determinar la causa de los vómitos y establecer el tratamiento más adecuado. El tratamiento dependerá de la causa específica.
- Retira la comida y el agua de tu gato durante unas horas para que su estómago se recupere y no vomite más.
- Ofrece a tu gato agua fresca y limpia en pequeñas cantidades y con frecuencia para evitar la deshidratación.
- Ofrece a tu gato comida blanda y fácil de digerir, como pollo o pavo cocido sin piel ni huesos, arroz blanco o patata hervida. Dale pequeñas porciones varias veces al día y vigila cómo le sienta.
- Evita darle a tu gato alimentos que puedan irritar su estómago, como leche, queso, chocolate, cebolla, ajo o embutidos.
- Cepilla a tu gato con regularidad para eliminar el exceso de pelo y evitar la formación de bolas de pelo que puedan provocar vómitos.
- Mantén a tu gato alejado de plantas, objetos o sustancias que puedan ser tóxicos o peligrosos para él.
- Dale a tu gato malta o aceite de parafina si tiene tendencia a formar bolas de pelo, siguiendo las indicaciones del veterinario.
- Observa el comportamiento y el aspecto de tu gato y si notas algo raro o si los vómitos persisten o se agravan, llévalo al veterinario lo antes posible.
¿Cómo prevenir los vómitos en gatos?
La prevención de los vómitos en gatos se basa en mantener una buena salud digestiva y evitar los factores que puedan desencadenarlos. Algunas medidas preventivas que puedes tomar son:
- Llevar al gato al veterinario con regularidad para hacerle revisiones y vacunaciones y detectar cualquier problema de salud a tiempo.
- Desparasitar al gato interna y externamente siguiendo las indicaciones del veterinario.
- Ofrecer al gato una alimentación adecuada a sus necesidades nutricionales, edad y estado de salud, preferiblemente húmeda o blanda y de alta calidad.
- Controlar la cantidad y la frecuencia de la comida que le das al gato y evitar que coma demasiado o demasiado rápido.

- Proporcionar al gato varios comederos y bebederos limpios y accesibles, distribuidos por la casa, para que pueda comer y beber cuando quiera y sin estrés.
- Mantener una buena higiene del entorno del gato y eliminar cualquier sustancia o elemento que pueda ser tóxico o peligroso para él.
- Enriquecer el ambiente del gato con juguetes, rascadores, escondites y zonas elevadas para que se divierta, se ejercite y libere estrés.
- Cepillar al gato a diario para reducir la ingesta de pelo y facilitar su eliminación por las heces.
- Administrar al gato malta o aceite de parafina si tiene tendencia a formar bolas de pelo, siguiendo las dosis recomendadas por el veterinario.
Esperamos que este artículo te haya sido útil para entender por qué vomitan los gatos y cómo actuar en cada caso dependiendo del tipo de vomito o la condición de tu gato. Recuerda que los vómitos pueden ser un signo de alerta de una enfermedad grave, por lo que no debes ignorarlos ni automedicar a tu gato. Ante cualquier duda o síntoma preocupante, consulta siempre con tu veterinario de confianza.
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