La Saponificadora de Correggio: La historia de Leonarda Cianciulli

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La historia de Leonarda Cianciulli, más conocida como “La Saponificadora de Correggio”, es sin duda una de las más aterradoras y macabras en la historia del crimen en Italia. Sus crímenes, que involucraron el asesinato y la descomposición de varias mujeres, impactaron profundamente a la sociedad de la época y todavía se recuerdan hoy como uno de los casos más espeluznantes de la historia criminal italiana.

En este artículo, nos adentraremos en la historia de esta asesina en serie y examinaremos su captura y condena, así como las motivaciones detrás de sus crímenes atroces. Prepara tus nervios, porque la historia de la Saponificadora de Correggio es una que te dejará sin aliento.

La Saponificadora de Correggio
Leonarda Cianciulli (La Saponificadora de Correggio)

Los inicios difíciles de Leonarda

Leonarda Cianciulli nació en Montella, Italia, en abril de 1894. Desde muy joven, Leonarda experimentó una infancia difícil y desafiante. Según se informa, su padre era un alcohólico y abusivo, y a menudo maltrataba a su esposa y a sus hijos. Además, la familia de Leonarda era extremadamente pobre y luchaba por sobrevivir en una época de mucha dificultad económica en Italia.

A pesar de estos desafíos, Leonarda era una estudiante dedicada y trabajadora, y tenía grandes sueños de escapar de su situación de pobreza y hacer una vida mejor para sí misma. En 1917, se casó con un hombre llamado Raffaele Pansardi, y juntos tuvieron varios hijos. Sin embargo, la relación entre Leonarda y Raffaele no era feliz, y la pareja se peleaba con frecuencia.

Después de varios años de matrimonio infeliz, Leonarda decidió tomar medidas drásticas para cambiar su vida. En 1930, consultó a un adivino, que le dijo que para encontrar la felicidad y el éxito en la vida, debía hacer un sacrificio humano. Fue entonces cuando Leonarda comenzó a planear sus crímenes atroces.

La creencia en la astrología y la magia

Uno de los aspectos más intrigantes y oscuros de la historia de Leonarda Cianciulli es su creencia en la astrología y la magia. Cianciulli creía firmemente en la astrología y en las profecías, y se basaba en ellas para tomar decisiones importantes en su vida.

Según Cianciulli, en 1939, un famoso astrólogo le había predicho que su hijo mayor, Giuseppe, moriría en la Segunda Guerra Mundial. Para evitar que esta profecía se hiciera realidad, Cianciulli decidió que necesitaba hacer un sacrificio humano. Creía que la muerte de una joven vírgen y el uso de sus restos en un ritual de magia negra, sería suficiente para proteger a su hijo de la muerte en la guerra.

La Saponificadora de Correggio
Leonarda despidiéndose de su hijo Giusseppe que se había alistado en el ejército.

Los crímenes de la Saponificadora de Correggio

Cianciulli comenzó a buscar a jóvenes mujeres que encajaran en su macabro plan. Engañándolas con la promesa de matrimonio o trabajo en el extranjero, las invitaba a su casa, las asesinaba y luego descomponía sus cuerpos en ácido para hacer jabón y pasteles.

El primer asesinato de Cianciulli fue el de Faustina Setti, una mujer soltera de mediana edad a quien Cianciulli había prometido una cita con un hombre. En lugar de esto, Cianciulli le dio una bebida con veneno y luego la mató a hachazos. Después de desmembrar su cuerpo, Cianciulli disolvió los restos en ácido.

La segunda víctima de Cianciulli fue Francesca Soavi, una mujer que creía que Cianciulli podría ayudarla a encontrar un trabajo. De nuevo, Cianciulli la mató con veneno y luego la desmembró y disolvió su cuerpo.

Fotos de las tres mujeres que fueron víctimas de Leonarda

La tercera y última víctima de Cianciulli fue Virginia Cacioppo, una joven mujer que buscaba trabajo. Cianciulli le ofreció una taza de té con veneno y luego la mató a hachazos. Después de desmembrar su cuerpo, Cianciulli disolvió los restos en ácido y los convirtió en jabón y pastel, que vendió en su tienda.

La captura y condena de la Saponificadora de Correggio

La captura y condena de la Saponificadora de Correggio fue un hito en la historia de la justicia italiana. Después de que las autoridades descubrieran los restos de las víctimas en el ácido en la casa de Cianciulli, fue detenida en 1940.

Inicialmente, Cianciulli negó cualquier implicación en los asesinatos. Sin embargo, cuando la policía registró su casa, encontraron los restos humanos y Cianciulli confesó los crímenes.

Durante el juicio, se reveló que Cianciulli había utilizado los restos de sus víctimas para hacer jabón y pastel, que vendía en su tienda. Esta revelación causó un gran impacto en la opinión pública y contribuyó a la condena de Cianciulli.

Cocina que utilizaba para hacer jabón y pasteles con los cuerpos de las víctimas

Estas fueron las palabras exactas que utilizó Leonarda en sus declaraciones:

«Coloque los trozos en una olla, usé siete kilogramos de soda cáustica, la misma que usaba para hacer jabón. Lo mezclé hasta disolver, era una papilla espesa, oscura, que vertí en varios recipientes y después arrojé a una fosa séptica»

Continúa relatando… «Había guardado toda la sangre en una vasija, esperé hasta que se coaguló, la metí al horno, la molí y mezclé con harina, azúcar, huevo, chocolate y mantequilla para hacer unas deliciosas galletas para el té. Hice un montón de galletas crujientes que después serví a mis visitas, aunque Giuseppe y yo también comimos»

Herramientas utilizadas para matar y descuartizar a Soavi

Leonarda cuenta lo que hizo con uno de los cuerpos: “Terminó en la olla, como las otras dos… su carne y su grasa eran blancas, cuando se había disuelto le agregué una botella de colonia, y después de un largo tiempo hirviendo pude hacer un jabón cremoso bastante aceptable. Le di barras a mis vecinos y conocidos. Las galletas también eran mejores: esa mujer era muy dulce”.

Herramientas utilizadas para descuartizar los cuerpos

En 1946, Cianciulli fue condenada a muerte. Sin embargo, la sentencia fue cambiada a cadena perpetua debido a su edad avanzada y su aparente locura. Fue declarada culpable de sus crímenes y sentenciada a 30 años de prisión y 3 años en un asilo para criminales.

Cianciulli murió en un asilo criminal para mujeres en Pozzuli el 15 de octubre de 1970 a causa de una apoplejía cerebral. Varias pruebas del caso, entre ellas el caldero donde cocía a las víctimas están expuestas en el museo del crimen de Roma.

La Saponificadora de Correggio
Pruebas del caso expuestas en el Museo Criminológico en Roma.

La infancia y vida temprana de Leonarda Cianciulli estuvieron marcadas por la pobreza, el abuso y la dificultad. A pesar de esto, Leonarda era una persona trabajadora y dedicada, que tenía grandes sueños de escapar de su situación y encontrar la felicidad. Sin embargo, su creencia en la astrología y la magia la llevó por un camino oscuro y peligroso, que finalmente la llevó a cometer crímenes atroces y macabros. La historia de Leonarda es un recordatorio escalofriante de los peligros de creer en prácticas oscuras y extremas, y de cómo incluso las personas más dedicadas y trabajadoras pueden ser llevadas por un camino equivocado si no tienen cuidado.

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