Instrumentos de tortura más crueles usados por la Santa Inquisición

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La Santa Inquisición fue una organización creada en el siglo XIII por la Iglesia Católica con el fin de combatir a todo aquel que se alejara de la fe, además de actos que consideraban amorales. Vivió su mayor esplendor en la Edad Media y actualmente es recordada no sólo por la cantidad de cadáveres que dejó en Europa, sino también por el uso de una gran cantidad de instrumentos de tortura capaces de arrancar confesiones a homosexuales, brujas o blasfemos.

La Inquisición se centró en la persecución de aquellos que se apartaron de la doctrina católica, así como en la erradicación de cualquier movimiento religioso que considerara herejía. Las personas acusadas de herejía eran sometidas a juicio por la Inquisición, lo que a menudo llevaba a la tortura y, finalmente, a la ejecución.

Entre los métodos más atroces de tortura que empleó la Inquisición, destacan los siguientes:

La doncella de hierro:

Este instrumento de tortura era utilizado para castigar a los acusados de delitos graves, y se dice que su origen se encuentra en Alemania. Consistía en un sarcófago de hierro forrado interiormente de pinchos que se clavaban en el cuerpo de la víctima al cerrar las puertas.

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La doncella de hierro, diseñada con cara que se podría reconocer como María la madre de Jesús

Lo que más llama la atención es la presencia de docenas de clavos punzantes y oxidados. Estaban diseñados para ensartarse en la víctima esquivando los órganos vitales en cuanto la doble puerta se cerrase. Esto permitía que la persona siguiese viva y en posición vertical. Además, había un clavo no movible que estaba en la posición del pene para infligir más daño.

Las puertas eran cerradas lentamente para que las puntas de los clavos pudiesen penetrar en los brazos y piernas del hombre en varios puntos, además de otras muchas partes de su cuerpo como pueden ser el pecho, los hombros o los ojos, pero sin llegar a matarlo directamente; esto le causaba un gran dolor durante un par de días hasta que finalmente moría.

Instrumentos de tortura, El potro:

Este método de tortura se originó en la Edad Media y se utilizaba para arrancar confesiones o información a los acusados. En este instrumento y método de tortura, el acusado era atado de pies y manos a una superficie conectada a un torno (el potro). Al girar, el torno tiraba de las extremidades en sentidos diferentes, usualmente dislocándolas pero también pudiendo llegar a desmembrar.

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Exhibición del potro de tortura en la Torre de Londres.

Se ponían en los brazos y muslos del reo, y se iba dando vueltas a las cuerdas a medida que el juez preguntaba y el reo callaba. En algunos casos, se colocaba peso en los pies de la víctima para que la tensión sobre su cuerpo fuera mayor y agravar el dolor. Tambien se rociaban de agua las cuerdas durante el suplicio, y como eran de esparto, se encogían y hacían más profundas las heridas. Este método de tortura era especialmente doloroso y traumático, y en muchos casos, la víctima moría a causa de las lesiones.

Funcionamiento del potro al momento de torturar a un prisionero

La cuna de Judas:

Este instrumento de tortura consta de una pirámide puntiaguda, sobre la cual se alza a la víctima para después dejarla caer una o varias veces, de modo que la punta topara con la zona genital o anal con mayor o menor presión dependiendo de cómo evolucionara la confesión. La cuna de Judas se utilizaba para obtener información o confesiones de los acusados y sufrían dolores extremos durante el proceso. La punta de la pirámide podía ser calentada previamente para aumentar el dolor. Este método de tortura era especialmente cruel y doloroso.

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“Cuna de Judas” en el museo de la tortura de Friburgo de Brisgovia Alemania.

La pera de la angustia:

También conocido como pera veneciana o pera vaginal, este artefacto consistía en una pera de metal con un tornillo o manivela que al girarlo, hacía que se abriese. La pera era introducida en la cavidad vaginal, oral o anal del torturado, dependiendo del delito del que estuviera acusado. Una vez dentro, la pera se abría, provocando un desgarro muy doloroso.

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Pera de la angustia en el Museum der Festung Salzburg, Austria

 Básicamente, este artefacto era introducía en la cavidad vaginal, oral o anal según el delito del que estuviese acusado el torturado. Una vez dentro, la pera incluía un tornillo o manivela que hacía que se abriese al girarlo, provocando un desgarro muy doloroso. En algunos casos, la pera incluía púas metálicas, lo que podía ser mortal para la víctima. Este método de tortura era especialmente utilizado para castigar a los acusados de homosexualidad, adulterio o cualquier otro delito sexual.

Instrumentos de tortura, La sierra:

Este método de tortura se utilizaba para castigar a los acusados de delitos graves. Es un método de tortura que emplea una sierra tal como aparece en la ilustración. A consecuencia de la posición invertida del condenado, se asegura suficiente oxigenación al cerebro y se impide la pérdida general de sangre. De esta forma la víctima no pierde el conocimiento hasta que la sierra alcanza el ombligo, e incluso el pecho, según relatos del siglo XIX.

Ilustración de como era utilizada la sierra

La sierra se aplicaba a menudo a homosexuales, aunque principalmente a hombres y, en algunos casos, mujeres acusadas de brujería. En España la sierra era un medio de ejecución militar hasta el siglo XVIII, mientras que en Cataluña, durante la Guerra de la Independencia (1808-1814), los guerrilleros catalanes sometieron a decenas de oficiales enemigos a la sierra. En la Alemania luterana, la sierra esperaba a los cabecillas campesinos rebeldes, y en Francia, a las mujeres acusadas de brujería y que supuestamente estaban embarazadas de satanás.

Después de conocer estos terribles instrumentos de tortura utilizados en el pasado, es difícil no sentir una profunda repulsión y horror ante la crueldad que ha sido infligida a seres humanos. Es importante reflexionar sobre el hecho de que estas prácticas inhumanas fueron aceptadas en su momento. Debemos recordar la historia y aprender de ella, para asegurarnos de que estos horrores nunca vuelvan a ser aceptados ni permitidos.

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