El Daisenryō-Kofun es una de las tumbas más grandes y majestuosas de todo el mundo. Ubicado en la prefectura de Osaka, este túmulo funerario pertenece al Emperador Nintoku, el decimosexto emperador de Japón, que gobernó en el siglo V.
La forma del Daisenryō-Kofun es una combinación entre un rectángulo y un círculo, que visto desde el cielo parece una cerradura. Con una longitud total de 486 metros, es el túmulo más largo entre los aproximadamente 160.000 kofun que hay en Japón. Además, se considera uno de los tres sepulcros más grandes del mundo junto al mausoleo de Qin Shi Huang, de 350 metros de longitud, y la pirámide de Keops, con 230 metros de longitud.
El conjunto total del Daisenryō-Kofun cuenta con una longitud de hasta 840 metros y un perímetro de 2,7 kilómetros. Los objetos y documentos conseguidos en las excavaciones sugieren que fue construido a mediados del siglo V. Aunque no es del todo seguro de quién es la tumba, la Agencia de la Casa Imperial de Japón gestiona este sitio como el lugar de descanso del Emperador Nintoku.
El kofungun de Mozu
El Daisenryō-Kofun es parte del kofungun de Mozu, un conjunto de tumbas que se encuentran en los alrededores de la zona de Mozu, en la prefectura de Osaka. Este conjunto de tumbas es uno de los más grandes de Japón y cuenta con una impresionante cantidad de kofun, siendo algunos de ellos tan majestuosos como el Daisenryō-Kofun.
El kofungun de Mozu es un lugar importante para la historia de Japón y es considerado un sitio de importancia arqueológica nacional. De hecho, la UNESCO ha propuesto el lugar para su inscripción en la Lista del Patrimonio Mundial.
La magnificencia del Daisenryō-Kofun
Además de su impresionante tamaño y su ubicación dentro del kofungun de Mozu, el Daisenryō-Kofun cuenta con otros detalles que lo hacen aún más majestuoso. Por ejemplo, su estructura incluye una entrada que se encuentra en la parte superior del túmulo. Esta entrada estaba hecha de madera y cubierta por una especie de colgadura, lo que permitía el acceso al interior del kofun.
También se sabe que en la parte superior del túmulo se encontraba una plataforma, que probablemente era utilizada para llevar a cabo ceremonias religiosas. Se dice que durante estas ceremonias se quemaban ofrendas y se hacían sacrificios para honrar al Emperador Nintoku y a su familia.
Otros detalles interesantes
Uno de ellos es el sistema de drenaje que se utilizó en su construcción. Se dice que se emplearon miles de toneladas de arcilla para evitar que el agua se filtre en la tumba y que esto pueda dañar los restos del Emperador. Se cree que este sistema fue uno de los más avanzados de su época, lo que demuestra la habilidad técnica de los antiguos constructores japoneses.
Otro aspecto curioso es que, a pesar de su tamaño, no se han encontrado restos humanos en su interior. Se especula que, al igual que en otras tumbas imperiales de Japón, los restos del Emperador Nintoku fueron trasladados a un lugar desconocido después de la construcción del kofun para protegerlos de los saqueadores.
El Daisenryō-Kofun es una muestra impresionante de la riqueza cultural y la habilidad técnica de la antigua sociedad japonesa. Además, su tamaño y detalles únicos lo convierten en un atractivo turístico popular en la actualidad.
Si te interesa la historia y la arqueología, no puedes dejar de visitar este impresionante kofun y explorar todo lo que tiene que ofrecer. Desde su diseño innovador hasta su sistema de drenaje avanzado, el Daisenryō-Kofun es un verdadero tesoro histórico que vale la pena descubrir.
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